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domingo, 26 de septiembre de 2010

¿ESTOS SON LOS VALORES DE NUESTRA JUVENTUD?

Los valores en la adolescencia, al igual que otras cosas, son todo un tema. Si bien es verdad que hay valores, no son los que deberían estar presentes y que deberían fomentar los educadores(padres y profesores en gral.). Los valores actuales son entre otros:
  • El ocio: Nadie quiere esforzarse pero todos quieren tener. El que tiene muchas actividades y se interesa por ellas es un “gil” y el que no hace nada y ninguna actividad lo motiva es un “capo”.
  • La ignorancia(aunque parezca increíble): Relacionándolo con el punto anterior podemos afirmar que el que no se interesa por nada es, cada día que pasa, mas ignorante. Entonces el que no se interesa por nada no aprende nada, el que no aprende nada no sabe nada, el que no sabe nada es un ignorante, y el ignorante es, como ya lo dije, un “capo”.
  • La estupidez(que no es lo mismo que ignorancia): Alguien puede ser muy inteligente académicamente pero a la vez ser una persona muy estúpida. ¿Cómo es esto posible? Si bien alguien puede ser muy instruido puede se deja influenciar por los valores incorrectos. Ej: Un joven que no se lleva ninguna materia a rendir en Diciembre pero que asegura que a los profesores les hubiera gustado verlo fracasar. Que se eximió con uno de los mejores promedios pero que no se esfuerza por mejorar y aplicar lo aprendido a la realidad actual. O el peor caso de todos, el que estudia para aprobar y cuando sale de la escuela los problemas mas importantes son si su equipo de fútbol ganó la última fecha o si se puede pelear con el vecino que le parece que lo miró mal el otro día.
  • El machismo(aplicado a los dos sexos): Pretender que el que pueda pelear mas fuerte y romper cosas ajenas sea un modelo de popularidad es algo verdaderamente preocupante. El que pueda faltarle el respeto a los adultos y a sus congéneres de una forma mas “original” e insultante va a ser el líder de su grupo y esto es una cultura típica de nuestro país.
  • La incultura: Aquel que pueda hablar peor, con la cantidad mínima de palabras, con errores gramaticales, el que se ríe del que leyendo un libro se entretiene, o del que prefiere escuchar Johan Sebastian Bach o Ludwig Van Beethoven en lugar de cumbia villera es un adolescente típico de hoy, y eso es algo aterrador.
 
En resumen: para ser hoy un adolescente popular y “normal” hay que ser vago, ignorante, estúpido, desconsiderado, hostil, violento e inculto.
 

LA PREVENCION EN EL CONSUMO DE DROGAS

EN LA FAMILIA

Cada adolescente tiene un entorno interpersonal y social, padres, hermanos y otros adultos importantes para su vida y desarrollo, que ejercen una influencia favorable o desfavorable hacia el consumo de drogas. En el contexto familiar se pueden dar circunstancias que favorezcan el acercamiento de los jóvenes al consumo de drogas, como la falta de diálogo, las actitudes ambiguas de los adultos frente a las drogas, las carencias afectivas, la poca o ninguna orientación para el desarrollo humano y personal, para una buena capacidad de enfrentamiento y resolución de situaciones problemáticas. La proximidad a la familia y los fuertes lazos afectivos, disminuyen la necesidad de dependencia del grupo y la probabilidad de pertenencia a grupos marginales consumidores. Las acciones deben ir dirigidas a identificar y fortalecer los factores protectores de la familia, su funcionalidad, cohesión, a rescatar su rol protector y transmisor de valores, haciendo del ambiente familiar por muy pobre que sea un sitio que ofrezca seguridad, amor y comunicación.
EN LA ESCUELA

La escuela es la institución educativa por excelencia después de la familia, que asume cada vez más responsabilidades en la sociedad actual y un mayor protagonismo en su función de formar y educar. El tipo de formación recibida en el ambiente escolar puede favorecer o no la búsqueda del contacto con substancias psicoactivas. Varias investigaciones han demostrado la relación que existe entre consumo de drogas en adolescentes y bajo rendimiento académico, alto grado de ausentismo, fracaso escolar, abandono escolar y escasas aspiraciones educativas. La escuela que no responde a las necesidades educativas de sus alumnos, que no ofrece instrumentos para afrontar sus problemas y los de la sociedad actual, está contribuyendo en cierta forma al consumo de drogas y al rechazo de la escuela. Dado el contexto de competitividad que constituye la escuela, el joven vive el fracaso como la primera experiencia de fracaso social, que genera un proceso de ruptura y distanciamiento con el mundo de los adultos, aumentando su vulnerabilidad. Las actitudes rígidas, poco comprensivas y autoritarias de los profesores, la relación fría y racional con los alumnos, la falta de comunicación, la despersonalización del alumno, ocasiona pérdida de interés por el conocimiento. El ambiente escolar tiene que ser favorable, brindar protección y constituirse en el sitio idóneo para coordinar una eficaz labor educativa con fines preventivos del consumo de drogas, informando sobre las condiciones de vida asociadas a un buen estado de salud, facilitando los instrumentos para lograr cambios de comportamiento y hacer que funcione como un valioso factor de protección que ofrezca una formación integral de la persona, que mas allá de la enseñanza teórica, se centre en una educación preventiva, de preparación para la vida y el futuro, incorporando elementos que contribuyan al desarrollo humano, que jerarquice la escala de valores, la disciplina, la responsabilidad, el respeto a sí mismo, a los demás y logre actitudes favorables a la conservación de la salud y no al consumo de drogas, que transmita estrategias de resistencia a las presiones para una vida en libertad y que muestre a los educandos los caminos para la elaboración de sus proyectos de vida

¿TIENES PROBLEMAS CON TUS PADRES?

Muchos jóvenes viven bajo tensiones en su hogar. Las exigencias de la vida moderna y el diario afán nos absorben tanto que muchos padres ya no tienen tiempo para dialogar con sus hijos. La deficiente comunicación deteriora las relaciones familiares, carcome nuestra felicidad y produce tensiones. Hay padres que tienen una preocupación casi traumática porque sus hijos no los comprenden, o desean irse de casa, y existen frecuentes discusiones y problemas en el hogar. El hijo piensa: ¡Mi padre no me comprende para nada! ¡Es un anticuado!
Padres: ¡Dediquen tiempo a sus hijos! Ellos los necesitan hoy.
Hijos: ¡Dialoguen con sus padres! y consideren que con el tiempo cambiarán los puntos de vista de ustedes
Se ha estudiado la reacción natural de cada edad:
  • Entre los 4 y 6 años, el hijo dice de su padre: papá es un sabio,
    ¡sabe todo lo que le pregunto!
  • Entre los 7 y 10 años de edad dice: papá lo sabe todo y, ¡qué fuerza que tiene!
  • Entre los 10 y 14 años piensa: ¡Hum! Me parece que papá se equivoca en algunas cosas.
  • Entre los 14 y 18, dice: ¿Papá? ¡Es un hombre chapado a la antigua!
  • Entre los 18 y 25 piensa: ¡Pobre viejo, está completamente pasado de moda!
  • A los 30 años de edad dice: ¡Qué problema! ¡Tal vez deba consultar a papá! y...
  • A los 40 años lamenta: Mi padre fue un sabio, lástima que no supe aprovecharlo.
A lo mejor hay una cierta rebelión disfrazada dentro de ti, contra tus padres, pero: ¿Estás seguro que ellos son los causantes? ¿No será que sufres algún complejo, ya sea por una cicatriz en tu rostro, el color de tus ojos, la forma de tu boca o de tu nariz, e inconscientemente culpas a tus padres o a Dios que te hizo así? Tal vez puedas sentirte infeliz por tus errores pasados, o tengas cierta tendencia a querer saberlo todo. ¿Cuál es la verdad?
Si descubres, que la verdadera raíz de tu mal está en ti mismo, pídele perdón a Dios, y a tus padres. Si te sientes abatido, desanimado o deprimido, si has estado cargado de desconfianza, odio o rencor, y el sendero de tu vida quedó desdibujado y manchado, cambia ese rumbo equivocado y recuerda que Jesús está dispuesto a extenderte su mano, perdonarte y aceptarte en el mismo momento en que se lo pidas. Él cambiará tus puntos de vista y verás las cosas en forma diferente. ¡Aprovecha cuanto antes esta experiencia y el cariño emanado de tus padres! ¡Aprovecha mientras ellos están a tu lado haciendo de tu hogar un paraíso y no un infierno! Conversa con ellos, cuéntale tus problemas e inquietudes a quienes te dieron la vida.

domingo, 19 de septiembre de 2010

La realidad de los jóvenes de hoy

El documento de Santo Domingo nos presenta la situación de la juventud del continente latinoamericano de la siguiente manera: “Muchos jóvenes son víctimas del empobrecimiento y de la marginación social, de la falta de empleo, de una educación que no responde a las exigencias de la vida, del narcotráfico, de la guerrilla, de las pandillas, de la prostitución, del alcoholismo, de abusos sexuales”. Muchos jóvenes viven adormecidos por la propaganda de los medios de comunicación social y además por imposiciones culturales y por el progmatismo inmediatista que ha generado nuevos problemas en la moderación efectiva de los adolescentes y jóvenes.
Esta nueva visión del mundo de hoy, que quiere imponer el imperio del “Yo soy por lo que tengo”, tener poder, saber, aspiraciones, progreso, son dimensiones del ser persona; pero el ser persona trasciende de todo esto, ya que eso es relativo y el hombre y la mujer tiendan a lo absoluto. A veces creemos que la codicia se refiere solo a dinero, tener cosas, pero en muchos corazones hay almacenes de codicias de sexo, de admiración, de prestigio, de ser mayor, ser mejor que el otro u otra, tener conocimientos, que lo prefieran. Esto va creando en nosotros y nosotras un mundo de competencia de consumo, de insatisfacción, de inmoralidad y de corrupción.
La juventud de hoy debe hacer un alto y reflexionar. Adoptar una actitud más agresiva y a ponerse a que lo estén usando como objetos y alienándose con modas, propagandas baratas de consumo, que manipulan y crean necesidades artificiales, cuando no decide con equilibrio que es lo mejor para él o ella. La juventud de hoy no puede ni debe ser pájaro encerrado en una jaula sin esfuerzo, sin ilusiones, sin expectativas, tiene que abrir sus alas y volar, en un cielo limpio y lleno de esperanza

Los jóvenes, las drogas y el alcohol

Los chicos y adolescentes se encuentran cada vez más expuestos al alcohol y las drogas, y el consumo de esas sustancias termina provocando consecuencias que son muy difíciles de revertir.

La pobreza y la marginación, aunque no son las únicas causas, disparan adicciones en la infancia. La inhalación de pegamentos entre los chicos de la calle y el creciente número de menores de once años que son atendidos en los hospitales por alcoholismo, obedecen en general a la exclusión social y también a la pérdida de contención familiar.

Las consecuencias de estas adicciones al alcohol y las drogas deben, por su gravedad, multiplicar los esfuerzos institucionales y sociales para recuperar a los afectados y evitar que crezca el número de adictos. Según el ya referido informe, dichas sustancias están de modo directo o indirecto vinculadas a las muertes de adolescentes, ya que los episodios de violencia o los accidentes hallarían su explicación final en alguna adicción. Esto está llevando a un crecimiento del número de muertes de jóvenes.

La expansión de las adicciones responde a una tendencia social asociada a fenómenos muy complejos —entre los cuales se encuentra la falta de expectativa y de esperanza en el futuro—, y requiere de una atención compartida por padres, docentes, especialistas y autoridades.